Cuando te enojas, una y otra vez con alguien que no quiere cambiar, quizás hay una parte de VOS qué también se está rehusándo a cambiar.
La irritación o enojo, frustración, desilusión, desencanto, sentido de no importar, de que nunca es suficiente, etc… de manera repetitiva o constante con otra persona, o grupo de personas: No solo refleja algo sobre la otra parte, sino también sobre nuestra propia resistencia a ver las cosas como son.
Esperar, consciente o inconscientemente, que lo otro/s sea/sean diferentes puede convertirse en una carga que llevamos sin darnos cuenta. Y hasta puede hacerse “adictivo” sobre todo cuando yo siento que “tengo razón”.
En general resulta cómodo (quizás no lindo) quedarme reclamando, repitiendo, y sintiendo después emociones negativas. Especialmente cuando lo que yo doy, pido o exijo lo considero “lo justo” o “lo correcto” (sea verdad o no) y asi sentarme a ver como los otros siempre hacen así… y yo desperdiciando tiempo de mi vida.
Cuando realmente acepto como se comporta esa/s persona/s… no hay frustración, ni desilusión, ni enojo. Puedo enojarme con una mesa… por ser una mesa?
Y aqui viene la parte difícil de verlo con claridad: La confusión (y mezcla) entre Ver, Aceptar y Decidir (“entonces que hago?”)
VER lo que esta pasando NO quiere decir aceptar que está bien, o que me guste o que yo lo apruebe, o este de acuerdo… quiere simplemente decir ver las cosas como son…
Después viene ACEPTAR. Que NO significa estar de acuerdo, ni resignarse, ni siquiera perdonar en el sentido tradicional. Aceptar es simplemente ver las cosas sin distorsiones ni ilusiones permitiendo tener la experiencia de la realidad como es en este momento. Sin intentar moldearla a nuestra voluntad. Sin mejorarla, ni filtrar partes, ni exagerarla.
En Ver y en Aceptar… No tengo que Decidir, ni Perdonar. Pero solo después de Ver y Aceptar, es que voy a poder decidir que hacer. Y eventualmente estar listo para perdonar, si yo lo quisiera.
El cambio verdadero no comienza NUNCA afuera, sino adentro. Nunca en otros, sino en mi. Al liberarte de tus propias expectativas y reconocer tu poder para decidir dónde invertir tu energía, podes econtrar una paz que no depende de que otros cambien, sino de tu capacidad para aceptar, elegir y seguir adelante.
No le hechas las culpa al payaso por actuar como payaso… mas bien preguntate porque seguís yendo al circo.
Practica: Simplemente Ver y probar a Aceptar las personas/cosas como son. Y preguntate… quiero seguir vieniendo a este circo?
Buena Practica y buena Diversion :-))
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